¡CONECTA CON TU SERENDIPIA!
Lateral world

¡CONECTA CON TU SERENDIPIA!

Por Lateral
November 2020

Muchos de los grandes inventos de la historia nacieron de una conexión inesperada. Pero eso no quiere decir que cualquiera los podría haber descubierto. La serendipia existe, pero necesita de una mente despierta para que aparezca la chispa.

Miras la hora en tu teléfono y son las 11:11. Opción 1: piensas que es un momento perfecto para subir la captura de pantalla a tus redes sociales junto a un mensaje inspirador. Opción 2: te quedas reflexionando acerca de las causalidades de la vida. Opción 3: te das cuenta de que vas 11 minutos tarde a tu reunión de las 11:00.

Todo lo que nos pasa en la vida es casualidad. Cuando algo nos llama la atención por extraordinario es porque estamos atendiendo a ese aspecto más que a cualquier otra cosa. Vemos la hora muchas más veces al día, pero las 5:46 no es una hora mágica.

Cuando una idea genial nos sorprende en el momento menos pensado, no es casualidad. Todos los estímulos externos conspiran alrededor de lo que tenemos en la cabeza. Cuando permitimos que estos elementos se conecten para que nazcan cosas nuevas, aparece la serendipia.

¡EUREKA!

La serendipia es un hallazgo afortunado que se produce cuando se estaba buscando otra cosa. Como aquel hombre en la antigua Grecia que, a la hora del baño, se fijó en que el agua se desbordaba de la bañera. Ese detalle tan cotidiano le hizo entender que un cuerpo sumergido experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado. Arquímedes descubrió su principio y salió a celebrar desnudo a la calle.

Otra historia de serendipia la protagonizó Alexander Fleming. Mientras trabajaba en el laboratorio, un cultivo de bacterias se contaminó con hongos. Pensó que todo se había arruinado, pero alcanzó a ver que el hongo combatía a las bacterias y descubrió la penicilina.

En la fábrica de 3M, por un error de cálculo, se produjeron litros y litros de un pegamento ligero. En el mismo momento, un ingeniero de la planta estaba cansado de que se perdieran los marcadores con los que ubicaba las canciones en el libro de salmos de su iglesia. ¡Milagro! Dios le había mandado el pegamento perfecto. Así nacieron los post-it.

ESCUCHA TU CORAZÓN

No se puede confundir la serendipia con la suerte. La suerte es pasiva, la serendipia no. Al contrario. Exige estar despierto, con disposición a hacer conexiones. Antes de la invención del estetoscopio, los médicos ponían los oídos en el pecho de los pacientes para poder escucharles el corazón, lo que era totalmente inapropiado. Un día de 1816, el médico francés René Laënnec, vio a unos niños jugando con una tabla de madera. Uno la golpeaba por un extremo y el otro oía al extremo opuesto. Si algunos objetos sólidos transmiten el sonido, valía la pena hacer pruebas. El resultado: el primer estetoscopio de la historia se hizo de madera.

También aplica a conexiones carnales. Un grupo de científicos de una farmacéutica probaba la efectividad de un nuevo medicamento para tratar la angina de pecho a partir de la vasodilatación. Los hombres reportaron efectos secundarios, pero no eran adversos. Bienvenido el Viagra.

SON LAS 11:11

Se le atribuye a Louis Pasteur la frase: “el azar sólo favorece a las mentes preparadas”. Los estímulos pueden ser piezas de un rompecabezas, pero sin la imagen de referencia, no sabríamos dónde ponerlas.

Si miras la hora en tu teléfono, no te detengas en la casualidad. Cualquier hora es el momento perfecto para que un estímulo complete tu propia imagen de referencia. La clave está cerca. Mira a tu alrededor y permite que la serendipia suceda. ¿Cuál será tu próximo gran descubrimiento?