Esta mañana vi a un elefante volar
Lateral world

Esta mañana vi a un elefante volar

Por Antonio Santos
December 2020

Si no conoces a Gianni Rodari, tienes una maravillosa tarea pendiente: conocerlo. El pasado mes de octubre se conmemoraron 100 años del nacimiento de un escritor genial que además de crear historias que han hecho volar la imaginación de millones de niños y jóvenes, nos dejó reflexiones profundas y aún vigentes de lo que necesita la humanidad para reinventarse.

Se puede ser el mejor de la clase de matemática y de gramática. Pero, dónde queda “la fantástica”. ¿Por qué la imaginación no es un conocimiento obligatorio en nuestra educación? Esa fue la pregunta que marcó la vida de Gianni Rodari, escritor, periodista y pedagogo italiano.

A partir de su experiencia como profesor en la región de Reggio Emilia, al norte de Italia, escribió el libro Gramática de la fantasía. La obra, ubicada entre el ensayo y el manual, recoge una serie de ejercicios para que los niños inventen sus propias historias.

Sé lo que estás pensando: los niños no necesitan desarrollar una facultad que para ellos es innata. Y quizá sea cierto. Pero es innegable que los sistemas educativos pueden atrofiar a los estudiantes con todos los métodos y artilugios a su alcance. Entonces, ¿qué es y qué debería ser educar? Para algunos es solo integrar piezas al sistema, para otros, como Rodari, se trata de formar seres creativos.

“La fantástica” se oxida

A partir de los 15 años vamos perdiendo progresivamente la capacidad de imaginar. Para todos, “la fantástica” debería ser obligatoria, troncal e imprescindible a lo largo de toda la vida. Otro gallo cantaría si todos los trabajadores pudieran disponer de una hora diaria para hacer ejercicios de imaginación y creatividad. Los resultados de ese atentado a la rutina serían espectaculares.

La fantasía es esencial. Solo en ella prospera la especie. Los grandes creadores, en todos los ámbitos del saber, han perseguido sueños con la intención de atraparlos y ofrecerlos a los demás con intenciones más o menos confesables. Los artistas, los científicos, los investigadores y los señores calvos tienen mucha imaginación.

Un micro-elefante se balanceaba sobre…

Los ejercicios que propone Rodari parten de los juegos dadaístas y surrealistas. De ahí surgen los binomios fantásticos que él retuerce con singular acierto. Por ejemplo, nos propone el binomio: elefante/mariposa. Estas dos palabras, a modo de detonantes, nos llevan a inventar una historia. Rizando el rizo propone utilizar dos prefijos: la historia de una macromariposa y un microelefante nos lleva por otros derroteros. Si se suma el uso de adjetivos, ahora el relato es de un elefante de lunares y una mariposa transparente.

He visto cosas asombrosas y si os las cuento, no las creeréis. Es una pena la gente tan escéptica como vosotros. Esta mañana, sin ir más lejos, vi a un microelefante libando en las flores de mi jardín. El polen había teñido su rugosa piel con un montón de puntitos rojos que, en su cuerpo, parecían lunares. Diréis que eso es imposible. Que los elefantes no pueden volar. Que carecen de alas. Y tendréis razón. No os lo voy a negar, pero ahora viene lo asombroso. Ese elefante iba cabalgando a lomos de una enorme y preciosa mariposa transparente. ¿Que cómo la he visto? Pues, fijándome. En el fondo solo se trata de poner un poco de atención y otro poco de imaginación.

Advertencia: fantasía trabajando

La mejor manera de aprender es andar por los caminos del juego. La imaginación y la fantasía, como los músculos, se desarrollan con ejercicios. Si no lo hacemos, se atrofian y nos convertimos en seres mecánicos y anodinos.

La historia de la evolución humana está cargada de triunfos de la imaginación. Los nuevos descubrimientos aparecen cuando se combinan cosas que una mente creativa pensó previamente. Los verdaderos revolucionarios son los que imaginan las cosas diferentes y las hacen posible. Rodari fue uno de ellos. El mundo necesita más imaginación porque tenemos muchas cosas por resolver.

Perfil del autor:
Antonio Santos (Huesca, España) es Ilustrador, escritor, escultor y pintor. Como ilustrador ha publicado más de 50 títulos y es ganador del Premio Nacional de Ilustración (España). Su exposición MIRADAS INGENUAS, se puede visitar desde el 19 de diciembre 2020 hasta el 31 de enero 2021 en Real Jardín Botánico de Madrid.