Porque nos ayuda a tomar consciencia, re enfocar y ejercitar nuestras formas de pensar, así como a entender lo que podemos y debemos recuperar como seres humanos. Estimularemos conscientemente conexiones sinápticas en aspectos que no solemos ejercitar, descubriremos y ejercitaremos nuestro modo de pensar distintivo (modo divergente + Lateral) al diverger antes que converger.

Porque nos ayuda a ver a los entornos impredecibles como aliados de nuestro desarrollo celular, cerebral, mental y social y a la inteligencia artificial y Big Data como capacidades complementarias a nuestras habilidades humanas, en vez de enemigos a los cuales hay que temer o contra los que hay que luchar.

Porque ahora ya sabemos que el entorno influye en el modelamiento de nuestro pensamiento y éste al entorno. 70,000 años A.C, la revolución cognitiva estimuló el pensamiento imaginario. Mucho después, la revolución agrícola estimuló el pensamiento fáctico (concreto y descriptivo), y hasta hace poco, la primera revolución industrial estimuló el pensamiento lógico (abstracto y sintético).

Hoy, a poco más de cuatro años de haberse anunciado que el mundo entró en la cuarta revolución industrial con un tsunami tecnológico (nubes virtuales, Big Data, Inteligencia Artificial, impresión 3D, Drones, Realidad Virtual y Realidad Aumentada, automatización de hogares, robotización), ya se habla de una inminente quinta revolución (post pandemia) centrada en la SOSTENIBILIDAD. Una revolución que demandará no solamente el empleo de energías y materiales sostenibles, la biotecnología y la nanotecnología, sino especialmente a PERSONAS con altas habilidades distintivas, innovadoras, creativas, comunicativas, sensibles y humanas para afrontar las nuevas necesidades y retos que traerán situaciones inimaginadas como lo ha sido recientemente el surgimiento de la pandemia por la COVID-19. ¡Estimular el pensamiento distintivo así como rehumanizar al hombre es una de las necesidades más importantes del mundo de los próximos años!